Poemas sobre la poesía y el poema
(Del libro Escombros, de Ramón Querales.
Fondo Editorial del Caribe, Barcelona – Venezuela – 2013)
DESEO
Aunque no quieras,
ni envidies otra voz,
si no la tuya,
humilde, átona tal vez,
simple y sin adornos,
hubieras querido
la de la hoja
liberándose del árbol,
pura y sin temores,
por hacerse humus.
PROPIEDAD
No todas quizás,
posiblemente pocas,
pero buena parte,
entre tantas letras,
con tus dedos las hiciste.
Tuyas son,
propias e intransferibles:
pero esas son
precisamente
las más parecidas
a las que otros
quisieran escribir
PESCA
Ahora puedes acostarte
satisfecho
y dormir feliz toda la noche
después de descubrir
tantos poemas
y aunque no es fácil
mantenerlos vivos
luego de atraparlos
tal vez tú logres
que en el día,
ninguno se te muera.
LAMENTACIÓN
Tú lo sientes
como una llama
calentándote los huesos;
como un pan
que en tu boca te alimenta;
lo abrazas en el pecho
muy dulce y posesivo.
Tú crees saberlo,
escucharlo en ti
perfectamente,
pero es como si hubieras
nacido sin idioma
pues sin encontrar las palabras
del poema
no lo escribes.
PALABRAS
Si no las recuerdas
desde antes de que nazcan
esas palabras no sirven
para la poesía;
si antes no las has oído
y no las conoces
antes de nacer
es que no tienen
ese extraño poder invulnerable
que las hace peligrosas
y el poema debe rechazarlas
no hacerse, morir en la semilla
y esperar.
PUENTE
Tus poemas nacen
de una palabra sugerente
por ti buscada con empeño
o que llega por su cuenta.
Son un frágil puente
por el cual quieres pasar
y con dificultades
poco a poco lo levantas.
Lo construyes, lo demueles,
avanzas animoso
o desilusionado retrocedes.
Y por uno solo
que al fin te comunica
y te lleva a alguna orilla,
de la mayor parte desechas
los escombros.
ALTERNATIVAS
Quisieras que el poema
en versión original y propia
fuera clásico.
Una posibilidad.
La otra es que sea
un momento extraño
que pueda recibirse
al borde de una asfixia
como una bocanada de aire
o como con mucha sed
un poco de agua.
CURIOSIDAD
Es curioso como una palabra
te sirve de anzuelo
para pescar las otras
que forman el poema.
Eso no es cuento.
Sale una que no encaja
en el poema
y las que si se amoldan,
sin aspavientos, la rechazan.
Es curioso
tú no escoges las palabras,
el poema las elige o acepta
y ellas ocupan su lugar
en el poema.
A ti mismo el poema te corrige
y muchas veces,
no acepta tus palabras.
PRISIONERO
Ese que va dentro de ti
te lleva a juro de la mano
y tú, espantado de seguirlo,
te resignas.
Por intransitados caminos circulares
vas tras el poema
que al avanzar te dejan
los polvos de la nada.
De ese escaso sortilegio y templo,
por las estrechas puertas del poema
sale el otro,
y tú en cuclillas y abatido,
quedas dentro prisionero.
PALABRAS
No,
las palabras están en el papel.
Disgústate si quieres,
pero están allí
con cada una de sus letras
y debidamente separadas
unas de otras
diciendo lo que son
y no lo que tú quieras.
Si, convéncete,
las palabras no vienen de ti,
ni las inventas,
ellas están sobre el papel,
míralas ahí,
tú sólo las descubres.
DESPERDICIO
Como cuchillos
de cortante filo
y herida peligrosa
todas las cosas,
dentro de ti y alrededor,
te lanzan poesía
que casi siempre desperdicias
temeroso de los filos
y esquivando el tajo
te inmovilizas
en la tabla de tus miedos.
Cerraste los ojos,
desconfiaste
y pocos cuchillos
cayeron al poema.
POEMA
Temible flor,
puente uniéndote al misterio,
trampa peligrosa
mayor que una oración
sin la cual un mundo antiguo
se desvaneció,
es el poema
Ni al más tierno
sencillo e inocente
permitas que te engañe
si es hermoso, exacto y verdadero
con más razón te puede lastimar.
ROSA
Si no llamas a la rosa, rosa
pero la rosa se abre igual
con su perfume
y son bellos los colores de esa rosa
que tú con otro nombre llamas,
entonces la rosa,
como poema en la escritura,
nace.
INSPIRACIÓN
Ese río tormentoso
de pronto se te oculta o seca
dejándote en el lecho estéril
como piedra.
Entonces ninguna magia,
arte o poder ayudan:
se ocultan las palabras,
puntos, comas y otros signos,
ritmos y armonías
se desvanecen
o se vuelven enemigos
imposibles de vencer.
Olvida las orillas,
quédate allí
con calma y reposado
que el río
con otras aguas
volverá.
LUZ
Esa palabra que te encanta
o la más gruesa que escribas
¿ocupa un espacio,
llena un vacío?
¿Hacía falta conjurarla
o era necesaria?
Si destruye un privilegio,
si rompe una secta
o un modelo de opresión,
si ayuda un jardín a florecer
o resuelve un infortunio,
hazla luz y que la tierra
se ilumine,
difúndela sin discutirla.
SATISFACCIÓN
Si no descubres
lo que hay en las palabras
nada te dirán.
Haz que la palabra perro
por ejemplo, ladre
se eche a tus pies
y muerda.
Sólo cuando el tigre
sea temible en tu poema
puedes sentirte
medianamente satisfecho,
o algo así.
TEOREMA
“La poesía, afirmas convencido,
es la realidad menos lo común”
En esa realidad vital
- material o intangible -
que todos ven
tú buscas el poema.
Ahí está la poesía:
p = r - c,
oculta identidad que cuesta ver
detrás de lo corriente.
Tú, alguna vez,
pareciera que la encuentras,
quisieras encontrarla.
INVISIBILIDAD
Tu voz,
sin importar su fuerza,
no tiene eco.
Tu cuerpo,
aun bajo el sol de mediodía,
difícilmente hace sombra.
Tu trabajo,
cualquier cosa en que te ocupes,
si lo pagan,
es con mínimo salario.
No malogres el poema
y que otro con más éxito
lo escriba.
CACERÍA
Repítelo:
en el papel,
como ya lo has dicho,
y no en ti o fuera
está el poema.
Identidad perfecta,
ser, independiente de ti
y verdadero,
es el poema.
Si lo buscas y consigues
no te envanezcas,
de coincidir con él
pero no permitas que se escape.
POLIZÓN
Cómo tímidas muchachas,
callan,
a veces ni se asoman,
y en un cósmico silencio
enmudecen las palabras.
¿A dónde se retiran?
¿Se enclaustran o liberan?
Si te fueras con ellas,
si, polizón, lograras
meterte en su silencio
y esconderte en él,
aparecería el poema
contigo y las palabras
al fin en un lugar sin manchas.
ESCONDITE
Unes letras
y formas palabras
misteriosas, bellas y distintas,
aun las que repites;
las unes correctamente
y les agregas signos de puntuación
donde convienen,
construyendo frases y oraciones
y en ellas tus huesos se lamentan,
pide humedad tu piel,
te confiesas débil y culpable.
Eso es lo que otros leerán
mas, tú sabes, conoces y aprovechas
ese oficio difícil, solitario y magro,
para ocultarte
callar una verdad lejana
y morir tan dócil e infeliz,
y como la vez primera
repites una y otra vez
tu muerte.
POESÍA
Después de derrotado,
solo y sin ayuda,
te ocultaste,
ya siempre huiste
y de todos tus refugios,
de tus permanentes
e inservibles escondites,
el más difícil,
el más incómodo e inseguro,
donde más expuesto
te has sentido,
fue la poesía.
REFUGIOS
El mar tibio y agitado,
la inmensidad salobre
cuyas costillas son el mundo,
más que hogar
es el refugio inseguro de los peces;
la selva en verdad no protege
a los animales salvajes
pero en ella con peligro y todo
moran;
las religiones a las que la humanidad
acude esperanzada
realmente sólo ofrecen
resignación.
Así los poetas, tú creyendo serlo,
en la poesía inútilmente
buscan amparo.
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